“El hombre no está exento de padecer cáncer de mama”, asegura Javier Pacheco, jefe de la unidad de oncología del Hospital San José y la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Aunque, señala, se tiende a pensar que esta enfermedad es exclusiva de las mujeres, existen factores de riesgo que pueden ser causantes de su aparición en los hombres.
El Instituto Nacional de Cáncer, de Estados Unidos, la define como “una enfermedad en la cual células cancerosas (malignas) se forman en los tejidos de la mama”. “Los hombres de cualquier edad pueden padecerlo, pero es más común entre aquellos que tienen de 60 a 70 años, representando el 1% de todos los casos de cáncer de mama”, agrega. En Colombia, según Pacheco, se presentan 0,1 % de casos por cada cien mil habitantes.
¿Cuáles son sus causas?
Pacheco afirma que en el desarrollo de esta enfermedad intervienen causas genéticas, de origen familiar, especialmente cuando se tratan de casos específicos de otros hombres con este mismo tipo de cáncer.
Asimismo, los hombres con trastornos de tipo endocrino, causantes de desequilibrios hormonales, tienen un riesgo alto de padecerlo, ya que pueden producir un aumento de los estrógenos – que son hormonas originalmente femeninas- y bajar los niveles de testosterona; a su vez, desencadenando el desarrollo de la enfermedad. Esto también puede suceder por los tratamientos para el cáncer de próstata y el consumo de medicinas hormonales.
"Algunas enfermedades básicas crónicas, como la cirrosis y la obesidad, conducen a un estado aumentado de las hormonas femeninas, cuyo efecto es el mismo", agrega.
Adicionalmente, la Breast Cancer Organization afirma que, a medida que los hombres envejecen, tienen más riesgo de padecerlo, más específicamente a partir de los 67 años.
Síntomas de alerta
“En el 75% de los casos, el síntoma principal es la sensación de palpar una masa, generalmente indolora, y ubicada cerca a la aureola de la tetilla”, señala Pacheco. Igualmente, se puede experimentar la retracción del pezón, úlceras o yagas en la piel de la zona y secreciones.
¿Cómo se diagnostica?
Debido a que el diagnóstico a través de una mamografía puede ser un procedimiento complejo, también es posible detectarlo con una ecografía. Después de diagnosticado, se lleva a cabo un tratamiento muy similar al de la mujer, con un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud.
Otros procedimientos son el análisis de las secreciones del pezón, y una biopsia, que sirve para detectar el tejido sano del canceroso, según publica en su sitio web la Breast Cancer Organization.
Después de confirmar la presencia del cáncer mamario, se debe realizar un trabajo con el paciente, liderado por un mastólogo, proceso en el cual se decidirá si es necesaria la realización de quimioterapias, radioterapias y/o cirugía.
¿Es posible prevenirlo?
Al contrario de las mujeres, no existen campañas de prevención, debido a la baja incidencia que representa la enfermedad. Sin embargo, dice Pacheco, es necesario estar atento a cualquier anormalidad que se pueda palpar sobre la mama.
Asimismo, es vital identificar si se es susceptible a padecer la enfermedad, basándose en los factores de riesgo genéticos y externos; pues, si no se trata a tiempo, se pueden ver comprometidos órganos como el pulmón, el hígado y los huesos.
El Instituto Nacional de Cáncer, de Estados Unidos, la define como “una enfermedad en la cual células cancerosas (malignas) se forman en los tejidos de la mama”. “Los hombres de cualquier edad pueden padecerlo, pero es más común entre aquellos que tienen de 60 a 70 años, representando el 1% de todos los casos de cáncer de mama”, agrega. En Colombia, según Pacheco, se presentan 0,1 % de casos por cada cien mil habitantes.
¿Cuáles son sus causas?
Pacheco afirma que en el desarrollo de esta enfermedad intervienen causas genéticas, de origen familiar, especialmente cuando se tratan de casos específicos de otros hombres con este mismo tipo de cáncer.
Asimismo, los hombres con trastornos de tipo endocrino, causantes de desequilibrios hormonales, tienen un riesgo alto de padecerlo, ya que pueden producir un aumento de los estrógenos – que son hormonas originalmente femeninas- y bajar los niveles de testosterona; a su vez, desencadenando el desarrollo de la enfermedad. Esto también puede suceder por los tratamientos para el cáncer de próstata y el consumo de medicinas hormonales.
"Algunas enfermedades básicas crónicas, como la cirrosis y la obesidad, conducen a un estado aumentado de las hormonas femeninas, cuyo efecto es el mismo", agrega.
Adicionalmente, la Breast Cancer Organization afirma que, a medida que los hombres envejecen, tienen más riesgo de padecerlo, más específicamente a partir de los 67 años.
Síntomas de alerta
“En el 75% de los casos, el síntoma principal es la sensación de palpar una masa, generalmente indolora, y ubicada cerca a la aureola de la tetilla”, señala Pacheco. Igualmente, se puede experimentar la retracción del pezón, úlceras o yagas en la piel de la zona y secreciones.
¿Cómo se diagnostica?
Debido a que el diagnóstico a través de una mamografía puede ser un procedimiento complejo, también es posible detectarlo con una ecografía. Después de diagnosticado, se lleva a cabo un tratamiento muy similar al de la mujer, con un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud.
Otros procedimientos son el análisis de las secreciones del pezón, y una biopsia, que sirve para detectar el tejido sano del canceroso, según publica en su sitio web la Breast Cancer Organization.
Después de confirmar la presencia del cáncer mamario, se debe realizar un trabajo con el paciente, liderado por un mastólogo, proceso en el cual se decidirá si es necesaria la realización de quimioterapias, radioterapias y/o cirugía.
¿Es posible prevenirlo?
Al contrario de las mujeres, no existen campañas de prevención, debido a la baja incidencia que representa la enfermedad. Sin embargo, dice Pacheco, es necesario estar atento a cualquier anormalidad que se pueda palpar sobre la mama.
Asimismo, es vital identificar si se es susceptible a padecer la enfermedad, basándose en los factores de riesgo genéticos y externos; pues, si no se trata a tiempo, se pueden ver comprometidos órganos como el pulmón, el hígado y los huesos.
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