Comer sano en Navidad

Tanto para Navidad como Fin de Año suelen hacerse comidas abundantes que terminan por maltratar el estómago. Según los expertos en endocrinología, en esos días festivos se debería tratar de no comer en exceso grasas, féculas y alcohol, continuando con una dieta sana y equilibrada.

La Navidad es una época ideal para hacer recetas tradicionales pero sin excesos, saboreando y disfrutando una cena diferente.

Generalmente este tipo de platos tradicionales suelen ser bastan te equilibrados, sin excesos por ejemplo en los mariscos, que a pesar de tratarse de un platillo delicioso, poseen gran cantidad de grasa y ácido úrico.

Los postres son otro punto en el que debe centrarse la atención para conseguir un equilibrio y sobre todo aquellas personas que sufren de diabetes o padecen algún tipo de problema estomacal.

Existe también, postres tradicionales que no causan daño como peras al vino o tartas de frutas frescas. Las frutas de temporada, como piñas o chirimoyas, son una buena opción para los postres navideños, por ejemplo una tarta de piñas que tienen pocas calorías y poseen una enzima que ayuda a la digestión.

Llegado el momento de los dulces navideños, que invaden los comercios por ser también parte de las tradiciones de la Navidad, no existe problema en comerlos siempre que se haga con moderación. Por ejemplo personas con azúcar o colesterol altos pueden consumir turrón de almendras porque éstos tienen grasas insaturadas que no hacen subir el colesterol.

El alcohol también está presente de manera tradicional en las mesas navideñas y lo ideal es limitar su consumo a cantidades razonables, como por ejemplo un buen vino tomado en forma adecuada será menos dañino que uno de bajo precio y tomado de manera indiscriminada.